La Importancia del Ejercicio en la Prevención y Tratamiento de la Osteoporosis

La osteoporosis, comúnmente conocida como la "enfermedad silenciosa", es una condición que se caracteriza por una disminución progresiva de la masa ósea, lo que resulta en una baja densidad y resistencia ósea. Los síntomas característicos incluyen dolor en la región lumbar, pérdida de estatura, deformidades en la columna (como la cifosis) y un aumento en la incidencia de fracturas. Esta enfermedad tiene un impacto significativo en las mujeres, quienes tienen hasta ocho veces más probabilidades de desarrollar osteoporosis en comparación con los hombres.

La menor densidad ósea en las mujeres, en comparación con los hombres, combinada con los efectos de la menopausia, las hace más susceptibles a esta condición. Tras la menopausia, la disminución en la producción de estrógeno, una hormona femenina clave con efectos protectores sobre los huesos, resulta en un aumento en la degeneración ósea. Se ha observado que después de los 35 a 45 años, tanto hombres como mujeres experimentan una pérdida de masa ósea del 0.5-1%; sin embargo, en las mujeres postmenopáusicas, esta cifra puede incrementarse hasta un 2/3%.

 


Es crucial destacar que hasta aproximadamente el 45% de la masa ósea puede perderse al llegar a los 70 años de edad. Cabe señalar que el pico de densidad ósea en las mujeres se alcanza durante los primeros 15 años de vida, lo que resalta la importancia de promover un desarrollo óseo saludable durante este periodo crítico. De todos los casos de osteoporosis, un 25% se debe a no haber logrado un pico de densidad ósea óptimo en la juventud, mientras que el restante 75% se asocia con la pérdida de densidad ósea que ocurre con posterioridad. Por tanto, la prevención de la osteoporosis, mediante ejercicios de resistencia, cobra una importancia primordial. Esta modalidad de ejercicio puede incluir el levantamiento de pesas, el uso de máquinas de entrenamiento, o incluso el ejercicio utilizando el propio peso corporal, siendo esencial tanto antes como durante la pubertad.

Existen muchos otros factores que influyen en la densidad ósea, algunos de los cuales no podemos controlar, como el sexo, la raza, la genética y la edad. Sin embargo, hay otros sobre los que sí podemos actuar, ya que dependen de nuestros hábitos de vida, tales como la alimentación, el ejercicio físico, el tabaco, el alcohol, las drogas y la delgadez. Son estos últimos en los que debemos centrar toda nuestra atención y buscar maneras de mejorarlos.

La esperanza de vida de la población es cada vez mayor, y lógicamente, cada vez hay más personas afectadas por esta enfermedad. Debemos ser conscientes de la necesidad de preocuparnos de prevenir la aparición de esta patología así como de frenar su avance. 



Teniendo en cuenta que la adaptación ósea solo afecta a los huesos y articulaciones sometidos a la carga, debemos incluir no solo ejercicios cardiovasculares, que inciden principalmente en el tren inferior, sino también ejercicios para las extremidades superiores y el tronco, abordando el hueso desde todas sus angulaciones y ejes.

Está claro que el factor más importante para prevenir la osteoporosis es mejorar la densidad ósea a través del entrenamiento de fuerza. Sin embargo, otros aspectos del ejercicio físico también influyen de forma positiva, como la movilidad articular (mejorando la agilidad y la ejecución de movimientos más seguros), la coordinación (facilitando las tareas cotidianas y reduciendo el riesgo de caídas), el fortalecimiento de la columna y cadera (para lograr una mayor autonomía de movimientos) y la autoestima (promoviendo una actitud positiva y una vida más activa).



Una vez más el ejercicio y especialmente el entrenamiento de fuerza se convierte en una potente herramienta para prevenir enfermedades o ayudar a mejorarlas. Por lo tanto, es crucial incorporar ejercicios de resistencia y de impacto moderado en la rutina diaria para preservar la salud ósea y prevenir la osteoporosis a lo largo de la vida. 


¡No subestimes el poder del ejercicio para cuidar tus huesos y vivir una vida plena y activa!

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