Los riesgos del sedentarismo

A pesar de que cada vez somos más conscientes de la importancia de la  actividad física para nuestra salud y de los efectos negativos que conlleva llevar una vida sedentaria, los hábitos de vida propios de las sociedades occidentales debidos a los avances de la tecnología, a las nuevas formas de ocio, de transporte, falta de tiempo para el disfrute personal, etc, no ayudan nada para llevar una vida activa. 

La inactividad física y la falta de ejercicio, se considera uno de los mayores factores de riesgo en el desarrollo de la enfermedad cardiaca, e incluso se ha establecido una relación directa entre el estilo de vida sedentario y la mortalidad cardiovascular. Una persona sedentaria tiene más riesgo de sufrir arterioesclerosis, hipertensión, enfermedades respiratorias, entre otras.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se definen como inactivas aquellas personas que no realizan más de 90 minutos de actividad física a la semana. Según un informe reciente de esa misma organización, más de la mitad de los adultos de los países desarrollados realiza una actividad física insuficiente. Lo peor de esto, es que las generaciones que vienen detrás, los niños, tienen muy malos hábitos de alimentación, ejercicio físico y de ocio. La práctica deportiva de los niños se suele reducir a los dos días de educación física en el colegio y algún día a la semana de actividades deportivas extra escolares. El tiempo de ocio en la mayoría de los casos esta ocupado por el móvil, tablets, televisión, videojuegos y demás tecnologías que van apareciendo. A esto hay que sumarle una alimentación cada vez menos saludable, repleta de calorías procedentes de los alimentos ultraprocesados, con altos  niveles  de azúcar, grasas trans, sal, así como de bebidas azucaradas. Alimentos, por llamarlos de alguna manera, con baja densidad nutricional y alta densidad calórica. Se hace   imprescindible educar desde la infancia a tener una vida más activa y una mejor alimentación para ayudarles a convertirse en adultos sanos. 

 

 

España es el tercer país europeo con mayor prevalencia de sobrepeso y el cuarto en obesidad, según los datos de un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicados en 2022. 

 

 

Se entiende por actividad física cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos. El ejercicio físico es una actividad planificada, estructurada y repetitiva que tiene como objetivo mejorar o mantener los componentes de la forma física. Hablamos de deporte cuando el ejercicio es reglado y competitivo. Cualquiera de los tres nos vale para abandonar el sedentarismo. Lo ideal es una combinación de todos ellos, la cuestión es moverse. 

El sedentarismo sólo se combate con actividad física. Para ello no es necesario que nos apuntemos a correr maratones ni a practicar deportes de competición. La clave está en modificar los hábitos sedentarios de vida y ocio y transformarlos de forma que se incremente nuestro nivel de actividad física y ejercicio. En el caso de los adultos sedentarios que llevan mucho tiempo sin hacer ningún tipo de ejercicio, es conveniente que consulten a su médico y se pongan en manos de profesionales del ejercicio: lanzarse a hacer ejercicio de forma anárquica y descontrolada después de un largo de periodo de tiempo inactivo, puede ser perjudicial para la salud. 

Está comprobado que los estilos de vida sedentarios constituyen una de las diez causas fundamentales de mortalidad, morbilidad y discapacidad; constituyendo el segundo factor de riesgo más importante de una mala salud, después del tabaquismo. El sedentarismo duplica el riesgo de enfermedad cardiovascular, de diabetes tipo II y de obesidad; asimismo, aumenta la posibilidad de sufrir hipertensión arterial, osteoporosis, cáncer de mama y de colon, entre otros.

 

 

A pesar de conocer toda esta información y lo importante que es la actividad física para mejorar tanto nuestra esperanza como calidad de vida (mucho más importante), a muchas personas todavía les cuesta adquirir este nuevo hábito en su día a día y mantenerlo de manera permanente. 

Uno de los perfiles de clientes que más demanda la ayuda y asesoramiento de un entrenador personal, son personas de mediana edad que necesitan abandonar su estilo de vida sedentario, por diversos motivos, que no tienen que ser siempre los de pérdida de peso o mejora de la imagen, aunque sigan siendo uno de los más demandados. Uno de los principales motivos es por la búsqueda y mejora de la salud, tanto física como mental. La práctica regular de ejercicio físico, aporta innumerables beneficios para la salud que van mucho más allá de la perdida de peso y la mejora de la imagen. 

 

Según la O.M.S. la actividad física regular..... 

-Reduce el riesgo de muerte prematura.

-Reduce el riesgo de muerte por enfermedad cardiaca o accidente cerebrovascular, que representan un tercio de la mortalidad.

-Reduce hasta en un 50% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II o cáncer de colon.

-Contribuye a prevenir la hipertensión arterial, que afecta a un quinto de la población adulta del mundo.

-Contribuye a prevenir la aparición de la osteoporosis, disminuyendo hasta en un 50% el riesgo de sufrir una fractura de cadera.

-Disminuye el riesgo de padecer dolores lumbares y de espalda.

-Contribuye al bienestar psicológico, reduce el estrés, la ansiedad, la depresión, y los sentimientos de soleda.

-Ayuda a controlar el peso disminuyendo el riesgo de obesidad hasta en un 50%.

-Ayuda a desarrollar y mantener sanos los huesos, músculos y articulaciones. 

Nuestra salud depende de muchos factores, pero creo que ha quedado claro la importancia que tiene el llevar un estilo de vida activo y abandonar el sedentarismo. Estamos ante una de las mejores herramientas para prevenir muchas de las enfermedades de hoy en día y mejorar nuestra calidad de vida. 

“El conocimiento nos hace responsables”, pero el conocimiento sin acción no sirven para nada, por lo tanto; ¡¡Pasa a la acción!!. 

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