Algunas ideas para no saltarse los entrenamientos

¿Quién no se ha saltado alguna vez el día de entrenamiento sin tener una causa de fuerza mayor?. Me consta que a muchas personas les cuesta poco encontrar excusas para saltarse los entrenamientos. La falta de tiempo, una mala organización, la pereza, distracciones varias, o cuando nos estás realmente comprometido con el ejercicio, es fácil encontrar motivos o excusas para faltar a los entrenamientos. Saltarse los días que toca entrenar es el primer paso para terminar abandonando. Empiezas haciendo tres días por semana, luego bajas a dos, luego a uno, y la siguiente semana ya ni apareces o vas de manera intermitente. El resultado final es que acabas abandonando por falta de continuidad y resultados.  

En el artículo de hoy nos gustaría dar algunas ideas de como podríamos evitar faltar a los entrenamientos sin causas realmente justificadas. 

Marcarlo en la agenda: Lo primero que deberíamos hacer es marcar en la agenda los días y el horario en el que vamos a entrenar. Hay que tomárselo como una obligación y algo inamovible en la agenda. Da igual que imprevistos surjan, ese horario ya esta ocupado. El sentido común nos hará saber cuando debemos anular el entrenamiento o cambiarlo de horario cuando surja un contratiempo importante. Cuestión de prioridades. 

Objetivos claros y realistas: Tenemos que tener claro cuáles son nuestros  objetivos, a donde queremos llegar o lo que queremos conseguir con el ejercicio. Muy importante que estos objetivos sean realistas, o en otras palabras, alcanzables. La la falta de un objetivo claro nos hace ir perdidos y sin rumbo.

A la hora de definir propósitos realistas también es importante elegir las actividades que mejor se adapten a nuestras necesidades y estilo de vida, a las que se pueda dar continuidad durante todo el año, y que estén acordes con nuestro estado físico. Esta es una forma de asegurarnos que las metas planteadas no serán imposibles. 

“Cuando un hombre no sabe hacia donde navega, ningún viento le es favorable”

-Séneca-

Entrenar en compañía: Aunque tenemos que acostumbramos a entrenar solos y a no depender de otras personas, esta puede ser una buena estrategia para no faltar a los entrenamientos, por lo menos hasta que se coja el hábito. Aseguran los expertos en actividad física que entrenar acompañado es un factor de  adherencia y motivación muy importante. De esta manera, el ejercicio pasa a convertirse también en una actividad social. Además, la existencia de una segunda persona evita que se abandone la actividad sin más, y uno por otro es más fácil superar los momentos de debilidad y continuar. 

Variedad en los entrenamientos: Este es uno de los errores que más se cometen a la hora de hacer ejercicio. Nos centramos en una o dos actividades a lo sumo y con el tiempo perdemos el interés y acaba por aburrirnos. Es fundamental cambiar periódicamente el programa de entrenamiento así como alternar entre las diferentes actividades que realizamos Por un lado evitaremos el aburrimiento y además aumentamos las posibilidades de continuar con las mejoras. Algo tan simple como cambiar el orden de los ejercicios, cambiar los descansos entre series, repeticiones, series, peso utilizado, material, etc. Va a hacer que el entrenamiento sea más variado, entretenido, y sobre todo, evitara el estancamiento. Puede que tengamos una actividad que sea la que más nos guste y nos motive, pero es recomendable que de vez en cuando nos  tomemos un descanso y realicemos otra actividad completamente diferente durante unas semanas. 

Dejar todo preparado con anterioridad: La preparación siempre vence sobre la fuerza de voluntad. Si dejamos preparada la ropa de deporte y demás accesorios para entrenar, será mucho más fácil no saltarse los entrenos y tener que tirar de la fuerza de voluntad. Dejamos todo preparado la noche o el día anterior, y cuando llegue la hora de entrenar solo tendremos que ir. Esto lo podemos extrapolar a cualquier otro ámbito de la vida, como cuando estamos siguiendo un plan de alimentación, o tenemos que preparar un trabajo, estudiar, etc.

Recompensa tu esfuerzo: Según se van alcanzando las metas deberíamos concedernos pequeñas recompensas. Tan simple, como tomarnos nuestra comida preferida después de conseguir tu objetivo semanal, o comprarnos una nuevas zapatillas de correr, un día de descaso, un masaje, balneario, o cualquier otro estímulo que premie nuestro esfuerzo. Es importante añadir un premio congruente con nuestro objetivo. 

Contar con un entrenador personal: Contar con el asesoramiento de un entrenador personal también puede contribuir a comprometerse más con nuestras rutinas de ejercicio. Es como contar con un compañero de entrenamiento con el que te comprometes a entrenar en un unos días y horario determinado, pero con la ventaja de estar totalmente supervisado por él, dirigiendo el entrenamiento, motivándonos, asesorándonos en todo lo relacionado con el ejercicio, entre otros muchos beneficios. 

Entrenar lo antes posible o nada más salir de trabajar: Siempre que el horario nos lo permita, entrenar lo antes posible. Si vamos a primera hora de la mañana antes de ir a trabajar o a clase, ya tendremos los deberes hechos y será más difícil que te surjan imprevistos. Si no queda mas remedio que ir por la tarde o a medio día después de nuestras obligaciones, un buen consejo es no pasar por casa. Al hacerlo se tiene más riesgo de quedar atrapado en el sofá, aunque nuestra intención fueran tumbarnos solo 5’. Utilizamos la estrategia de la preparación llevándonos la mochila al trabajo con todo lo necesario para entrenar, y directos a entrenar. Así tendrás que tirar menos de la fuerza de voluntad. 

Recordar los motivos por los que hemos decidido hacer ejercicio: Cuando veamos que empezamos a fallar a los entrenos sin causas realmente justificadas, seria interesante recordar cuales fueron las causas que nos hicieron tomar la decisión de hacer ejercicio de manera regular, así como beneficios y cambios que vamos a conseguir. Una buena idea seria tenerlos apuntados en una pizarra o papel y ponerlo en un lugar visible que nos sirva de recordatorio. Esto nos ayudará a mantener el foco y no despistarnos de lo realmente importante. 

Estas son solo algunas ideas que podemos utilizar para no saltarnos los días de entreno. Cada vez que ponemos una excusa ante la acción que debemos realizar debilitamos nuestra fuerza de voluntad. Y cada vez que hacemos lo que tenemos que hacer la fortalecemos. 

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